Samuel, Enrique, Adriana, Wilmar, Eliud, Yader, David, Paula y Mauricio son los nueve jóvenes que, superando la cifra de 400 puntos en las pruebas de Icfes, se posicionaron como los mejores estudiantes del Colegio Metropolitano de Soledad 2.000.

Jorge Torres Díaz, rector del Colegio Metropolitano, habló con Zona Cero sobre esta nueva gesta.

“Es algo que nos llena de orgullo y satisfacción. Tradicionalmente hemos venido trabajando muy duro en esto y todos los años nos esmeramos por sacar mejores resultados. De una u otra forma, eso beneficia el proyecto de vida de los estudiantes. Ellos luchan muchísimo por vivir la experiencia de llegar a la universidad, especialmente a las que ofrecen becas, pues es un aliciente para los hogares con problemas económicos”, mencionó el rector Torres.

El rector explicó que en la última década han obtenido logros muy importantes como posicionar al colegio entre los 100 mejores del país (2013) o impulsar a muchos estudiantes con el pasado programa ‘Ser pilo paga’. Sin embargo, cree que esta promoción es de las mejores en los últimos tres o cuatro años.

“El tema central es la cultura académica que tenemos desde que ellos están en el pre-escolar. Viven el proceso en donde hay un clima académico de exigencia, responsabilidad y capacidad para responder a los retos de la sociedad. En ocasiones, saben que esta es una oportunidad para transformar las condiciones de vida de su familia. Son muy competitivos”, explicó a Zona Cero.

“Tenemos un sistema educativo en donde los profesores son maestros que transforman vidas. Queremos que ellos saquen todo ese potencial oculto. Por ende, el secreto es creer en los estudiantes y en sus familias para que sean ejemplo de productividad académica”, agregó.

En el año 2013, el estudiante Dylan Quevedo logró un registro de 480 en las pruebas de Icfes. Fue el segundo mejor de Colombia. Lo que ha despertado un sueño en Jorge Torres que todavía no ha podido hacer realidad: tener al mejor bachiller del país.

“Se pueden seguir esperando buenos resultados. Ha sido nuestro propósito, nuestra misión y lo llevamos internamente. La meta es que los chicos sigan siendo los mejores del país. Todavía hay un sueño por cumplir y es que de aquí salga el mejor bachiller de Colombia”, confesó. 

Pese a que aún no lo hace realidad, el rector del Colegio Metropolitano aceptó que para el otro año ya tiene lista una promoción que promete ser mucho mejor que la de este 2023.

“Seguimos siendo la bandera de calidad académica”, finalizó.

Un cirujano medio brasileño

Como es de costumbre el día de la entrega de los resultados, la página estaba caída y la ansiedad consumía a Samuel Farid Cunha. Se fue a ver béisbol con la familia en el estadio Edgar Rentería y allá, a eso de las 11:00 p.m., fue que recibió la buena nueva. 

Cunha concretó un extraordinario puntaje de 435, sobre 500, en la prueba de Icfes. Uno de los mejores en todo el departamento del Atlántico.

“Alegre, super emocionado, más que todo mi mamá. Se sentía muy orgullosa de lo que habíamos hecho durante el año, estoy esperando a que se me den las siguientes bendiciones en cuanto al ingreso a las universidades”, manifestó en charla con Zona Cero.

“Estábamos en el estadio Edgar Rentería viendo béisbol y la página no cargó, sino hasta las 11:20 de la noche. Todos estábamos super ansiosos, emocionados, pero gracias a Dios se nos dio el resultado que esperábamos”, añadió.

Samuel, barranquillero de raíces brasileñas, y que reside en el barrio Los Robles, tuvo un paso regular por las ciencias naturales (76), pero no se equivocó en ninguna pregunta referente a matemáticas o ciencias sociales, además que tuvo un inglés más que bueno (80).

“Samuel es un chico muy inquieto, siempre fue de los mejores, pero nunca ocupó el primer lugar. Se hizo el propósito de ser el mejor de su promoción y el del Atlántico y lo logró”, opinó el rector Jorge Torres.

Su sueño lo tiene claro. Estudiará Medicina, “ojalá en la Norte”, alcanzó a decir. Su primo, profesional en la rama de la salud, lo ha guiado toda su vida por este camino, llegó su momento de tejer su nombre. Espera graduarse para especializarse en cirugía plástica y reconstructiva. 

“Mis padres están super alegres de que se me hayan abierto las puertas de esta manera. Hablamos de una carrera de más de 20 millones de pesos. No teníamos para pagarla. Mi sueño era estudiar gratis como ahora”, acotó.